El maquillaje de labios da muchísimo de si y hay mujeres que temen maquillarse. Piensan en la duración del color, en el acabado, en que los colores fuertes dan protagonismo, en que les da vergüenza maquillarse los labios pero… ¡por qué? El maquillaje tiene algo buenísimo y es la capacidad de cambiar el humor en cuestión de segundos y si no te gusta cómo te queda algo puedes quitarlo. Un día triste se puede percibir mejor si nuestro estilismo está cuidado. Por ejemplo: Los lunes no acostumbran a gustar a nadie y los viernes encandilan. Un truco para afrontar los lunes de mejor humor consiste en arreglarse especialmente ese día. Ponte falda y tacones, maquíllate con más esmero, ponte tu fragancia favorita y sal con una sonrisa a la calle. La actitud hace que el día sea distinto y tienes que salir a trabajar te apetezca o no así que dale la vuelta y disfrútalo.
Con el maquillaje de labios pasa lo mismo: existe un miedo escénico tremendo pero la solución es tan sencilla que es sorprendente que las mujeres no se lancen al color.
¿Cómo lanzarse a utilizar labiales? Lo primero que necesitas es el producto al que tienes miedo. Vamos a poner de ejemplo una barra de labios color intenso en rojo profundo. Si estás acostumbrada a colores ligeros esto es un reto.
Objetivo cumplido.
Secreto: Aplicar el color de forma progresiva para acostumbrarte al cambio.